La tecnología también es una de las grandes ventajas que tiene la industria. Se deja ver en numerosos pasos pero ahora le toca el turno a los vehículos AGV o vehículos de guiado automático como también se les conoce. Porque se trata de una mejor opción en cuanto al proceso de colocación o traslado de mercancías.
Como bien sabemos, tener todo bien organizado en un almacén logístico, es uno de los puntos básicos sobre el que comienza todo el trabajo. Pero para conseguirlo se necesita ordenar los productos, en ocasiones cambiarlos de sitios y muchas otras tareas que pueden acarrear ciertos errores o incluso accidentes, aunque mínimos. De ahí que los nuevos tiempos nos llevan a hablar de nuevas opciones como los vehículos AGV. Te comentaremos qué son realmente, las ventajas que tienen y mucho más que necesitas saber.
Como definición de los vehículos AGV, tenemos que decir que se trata de vehículos que no necesitan de conductor para poder realizar las tareas asignadas. Así que, mencionando su tarea principal diremos que es el transporte de mercancías, aunque de manera puntual.
Por otro lado, también los podemos conocer como vehículos autónomos que siguen unas rutas pre-configuradas y que aseguran su gran trabajo, sin necesidad de estar pendientes de ellos en todo momento. Hay que decir también a su favor que además de esas rutas configuradas que hemos mencionado, también disponen de un sistema de gestión y control. Dentro de ellos podemos destacar dos opciones importantes.
Una de ellas es la del vehículo que trabaja de manera automática sin que el entorno pueda interactuar o bien, el vehículo que sí dispone de comunicación con ese entorno para poder dar órdenes en los movimientos que se van a llevar a cabo.
Por lo que llegados a este punto, ya sabemos qué es un vehículo AGV pero también que no todos son iguales, sino que nos encontramos con diferentes tipos según el sistema de guiado que lleven. De ahí que tanto la visión artificial como el guiado láser (también denominados vehículos LGV) sean dos de las opciones más actuales que harán que el vehículo pueda desplazarse sin problema. ¿Quieres conocerlos más a fondo?
Entre los tipos de vehículos, según su sistema de guiado, tenemos el filoguiado. Esto nos viene a decir que para que dicho vehículo pueda hacer su trayecto, habrá un hilo conductor bajo el suelo. Es una de las opciones más sencillas, aunque limitadas. ¿Por qué? Pues porque el desplazamiento tan solo se hará por dónde se ubique el hilo. De ahí que no se puede hablar de nuevas rutas, sino que siempre se mantendrán las existentes.
En este caso el AGV tendrá que seguir una especie de tira de espejo que también se ubica en el suelo. Pero no requiere de instalación como sí sucedía con el hilo del Filoguiado. Por lo que tiene la ventaja de que sí se pueden modificar las rutas, simplemente haciendo un nuevo patrón con esas tiras de espejo que hemos mencionado.
Es el vehículo quien detecta un espejo, gracias a la visión artificial. Puede establecer o corregir en tiempo real la ruta que debe llevar a cabo. Por lo que podemos decir que su recorrido será muy preciso en todo momento, ya que dispone de un mapa.
No podía faltar el guiado láser en vehículos, tal y como antes ya mencionamos. En este caso hay que decir que el vehículo cuenta con una unidad giratoria láser. De modo que puede mirar a su alrededor, para situarse y seguir el camino establecido. También se usan los espejos denominados catadióptricos o bien reflectores para poder establecer el mapa y que el recorrido no tenga ningún altibajo.
Pueden ofrecer numerosas soluciones en logística y una de ellas es el poder encargarse de recoger los productos o sus materias primas. De modo que deben asegurarse de que el trabajo siempre está en marcha. Pero es que además también son idóneos para hablar del almacenamiento de mercancías ya que algunos de los vehículos AGV pueden llegar a zonas más estrechas o complicadas facilitando siempre las tareas. Sin olvidarnos de lo eficaz que es en el transporte de productos así como la carga o descarga de los mismos, reduciendo siempre los fallos, errores o accidentes derivados de ello.